Juan Diego Montalva fue uno de esos invitados que da gusto escuchar. De una sola línea, claro y sencillo para hablar. No muchos se pueden dar el lujo de ser el regalón de Bofill y Edwards, a la vez.
Su trayectoria es envidiable. De ser editor del área de investigación, junto a Grace Gibson, en la revista Qué Pasa se fue a Inglaterra a cursar una beca de Ciencia Política. Luego a la página web de la BBC, donde trabajaba sólo nueve horas semanales. Volvió a Chile para hacerse cargo de Medianoche, en TVN. Aquí es cuando da el salto: Lo llama Agustín Edwards padre para que sea el editor de la edición domingo de El Mercurio. Luego de un tiempo, Agustín Edwards hijo lo lleva a LUN, pero permanece poco tiempo. Se dio cuenta que no era su estilo de trabajo, lo suyo son la política y la economía. Algunas diferencias con Edwards y Eduardo Sepúlveda, sumado a la ida de Mauricio Lob al gobierno de Piñera, fueron los ingredientes perfectos para alistar su vuelta al grupo COPESA. Bofill lo llamaba para hacerse cargo del cuerpo de Reportajes de La Tercera, los días domingo.
Fue una visita enriquecedora, nos contó cahuines. Cómo se trabaja en la interna del Reportajes, por ejemplo. Las tantas entrevistas que tuvo con la, ahora, exministra Matte. “No supo manejar la situación”, dijo tratando de justificarla. Pareciera que le agarró cariño. Cómo es su relación, desde el kiotazo, con el Presidente y la “naturalidad” que éste tiene para sazonar-inventar sus historias. Su opinión sobre Bofill, el loco Bofill como le dice él, y las ganas que siempre tiene de dar el golpe periodístico.
Con una actitud mucho más relajada que Rendic, en una sala que propiciaba la interacción alumno-profesor y una comodidad digna de conversación, Montalva se veía tranquilo. Nunca sacó su celular y sólo de vez en cuando cruzaba una pierna por sobre la otra. Contaba que se había tomado el día libre gracias a la muerte de Bin Laden, pero aseguró que el ritmo de vida que lleva no es el que más desearía.
Habló de El Mercurio, de porqué va a la baja. Lo comparó con La Tercera y glorificó a este último, justificando que el diario de Edwards sólo se dedica a informar. Los de Saieh se encargan de llegar hasta el final del tema, formando opinión.
Se excusó de la, mal acuñada, censura que tienen el diario y el Reportajes, más específicamente. “Si cachai que el jefe está a punto de cerrar un trato con alguna empresa reconocida, simplemente no abarcas ningún tema relacionado con tal empresa. Habría que ser muy jil”, expresó refiriéndose a la línea editorial que tienen. “Para eso hay otros sitios, como El Mostrador”, y le tiró la pelota a Mirko, quien sólo se dedicaba a escuchar.
Al inicio, Montalva dijo que había tenido la “mala suerte” de haber estudiado Periodismo. Yo, recién en segundo año, me enamoro cada vez más de la carrera y si vivo siquiera la mitad de sus experiencias siempre estaré deseando tener mala suerte. También espero ser el mejor periodista del mundo, pero ese es otro tema.
Atte, el Poeta Urbano